Kosmic Blues: Janis Joplin, la niña mala de Porth Arthur

¿Cuántas veces, después de un día malo,has escuchado la magnífica voz de Janis Joplin, y sus palabras, tan llenas de ira y tristeza que dejan sin aliento. Te la imaginas, con su ropa de color, pelo largo, hermoso, y el deseo de vivir en este mundo a pesar de todo,cojendo lo que la noche tiene que ofrecer a una niña sola: un hombre que a la mañana siguiente no estará en su cama o muchos sueños que desaparecen con la última borrachera. Janis Joplin, la niña mala, se ha convertido en un icono no sólo por su desenfrenada vida. Con su madre empleada,y el padre ingeniero de Texaco, Janis siempre ha tenído el deseo de escapar de “su prisión natal”, o sea la ciudad de Porth Arthur , Texas. Pero es justo en los clubes country del Texas, donde Janis comienza a descubrir su propio talento, encantando al público con un estilo emancipado, contaminado por los ritmos de la poesía y el blues. Llegan los años del Peace & Love, del movimiento hippy, de la vida en las comunas y Janis se vá para California, San Francisco, donde entra en un grupo de artistas de la Bay Area, en busca de una vocalista, la Big Brother and the Holding Company.La consagración de la artista se produjo en 1967, con la formidable interpretación de la canción de Ball and Chain en el Monterey Pop Festival.La revolución de 1968 inflúe mucho en la vida personal y musical de Janis y en el 1969, junto con la Kozmic Blues Band, graba el álbum Got Dem Ol’ Kozmic Blues Again Mama. El disco contiene temas inolvidables comoLittle girl blue, Maybe, Work me Lord, Try (Just a little bit harder), One Good Man y Kozmic Blues. Kozmic Bluesha sido descrito como una especie de testamento. Janis murió con sólo 27 años en una habitación de un hotel , como escrito en ese maravilloso texto. La chica que decía: “ todas las noches hago el amor con veinte mil personas, y luego voy para casa, sola” , nos cuenta en este tema un trozo de su vida , el más triste, el de las ilusiones que desaparecen como los sueños, uno tras otro. Veinticinco años, el tiempo que pasa y los amigos que vuelven la espalda, el deseo de creer en algo y la conciencia del cambio, que asusta, tanto inevitable quanto necesario: “Time keeps movin’ on, friends they turn away. I keep movin’on but I never found out why. I keep pushing so hard the dream, I keep tryin’ to make it right through another lonely day. Dawn has come at last, twenty-five years, honey just one night. Well I’m twenty-five years older now so I know we can’t be right, and I’m no better, baby, and I can’t help you no more, than I did when just a girl……”