Tocar sin errores: El arte de una actuación impecable: No solo importa cuánto, sino cómo.

¿Quieres tocar sin errores? Es un dilema común entre nosotros, los músicos. A pesar de nuestro constante esfuerzo y las valiosas horas que logramos sacar de nuestra rutina para dedicarnos al piano, los resultados parecen estar fuera de nuestro alcance. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿realmente es cuestión de tiempo, o tal vez estamos abordando el estudio de manera incorrecta? ¿Estamos realmente maximizando nuestro potencial o estamos desperdiciando nuestro tiempo?

En este artículo, quiero compartir contigo un pilar de mi método de estudio, una estrategia que he llamado “el método de la precisión absoluta”. Con esta técnica, acelerarás el aprendizaje de nuevas piezas y las ejecutarás sin errores, con un nivel de precisión que roza el 100%. Gracias al “método de la precisión absoluta”, adquirirás la metodología adecuada para tocar sin errores y para acelerar el estudio de piezas musicales completas.

Antes de adentrarnos en los detalles, sin embargo, preguntémonos si también formas parte de ese grupo de pianistas que podríamos llamar “jugadores de azar”. ¿Qué significa esto? Bueno, piensa en esos momentos en los que, mientras tocas o estudias una pieza, te arriesgas sin reflexionar sobre lo que estás tocando. ¿Quizás “esperemos que salga bien” es tu mantra cuando te enfrentas a ese pasaje difícil que siempre te dificulta?

Y, por supuesto, el resultado suele ser decepcionante, ya que la suerte nos acompaña en la ejecución solo una de cada diez veces. ¿Sabías que cada error que cometes se registra en el cerebro como una posible opción de ejecución, aumentando la probabilidad de repetir el error en el futuro? Esta situación es desalentadora en sí misma, llevando a un declive constante e inexorable en la calidad de la ejecución, que puede conducir a la frustración e incluso al abandono del estudio del piano. La única forma de resolver este problema es adoptar un método de estudio que garantice un alto nivel de ejecución constante a lo largo del tiempo.

Aquí es donde entra en juego el “método de la precisión absoluta”. Puede parecer un término inventado para llamar la atención, y tal vez lo sea, pero esta técnica está respaldada científicamente por una investigación de 2009 titulada “No es cuánto, sino cómo: Características de la práctica y retención de habilidades de interpretación”, realizada por Robert A. Duke, Amy L. Simmons y Carla Davis Cash, y publicada en el Journal of Research in Music Education.

La investigación realizada por Duke, Simmons y Cash demostró que no solo es cuestión de la cantidad de tiempo dedicado al estudio, sino también de la forma en que se practica. Los autores observaron a 17 estudiantes avanzados de piano mientras ejecutaban un pasaje difícil de un concierto de Shostakovich.

Observaron que los estudiantes que se enfocaban en la precisión y la calidad de su estudio obtenían mejores resultados que aquellos que se centraban únicamente en la cantidad de tiempo dedicado al estudio.

Específicamente, se descubrió que tocar con lentitud y atención conducía a los mejores resultados. Ahí es donde se basa el “método de la precisión absoluta”: en el principio de la lentitud. Nuestro cerebro necesita procesar la información con calma y atención para asimilarla.

Pero, ¿qué significa estudiar lentamente? ¿Cómo debemos proceder?

Imagina que tienes una nueva pieza musical para tocar. Enfocaremos nuestra atención exclusivamente en el “método de la precisión absoluta”, sin recurrir a otras técnicas como la lectura preliminar, el solfeo, tocar con una sola mano, el uso de variantes rítmicas, etc. Suponemos que ya sabes leer música de manera fluida, de lo contrario, primero deberás aplicar esta técnica por separado en cada mano.

Luego, tocaremos las primeras notas de la pieza con una lentitud casi meditativa. Seguiremos repitiéndolas a esta velocidad hasta que podamos ejecutarlas sin errores al menos una decena de veces. En ese momento, pasaremos al siguiente grupo de notas, repitiendo el proceso hasta alcanzar el objetivo establecido, que debe ser proporcional al tiempo que puedas dedicar al estudio. Recomiendo trabajar en una pequeña sección de la pieza por sesión, como máximo una página.

Durante la ejecución de estas secciones, es fundamental no cometer errores: mantén la concentración y continúa solo cuando hayas ejecutado las notas que estás estudiando sin errores al menos 7 veces consecutivas. Si cometes un error en la sexta repetición… bueno… ¡vuelve a empezar!

// Curiosidades sobre el número 7

El número 7 tiene una importancia significativa en el campo del aprendizaje y la memoria. El famoso psicólogo cognitivo George A. Miller, en su investigación “El número mágico siete, más o menos dos”, descubrió que la capacidad de memoria a corto plazo del ser humano tiende a ser más efectiva cuando se trata de bloques de información de siete elementos. Este concepto se ha utilizado ampliamente en psicología y diseño de interacción humano-computadora.

En el contexto de mi método, practicar un pasaje o una sección de una pieza siete veces antes de pasar al siguiente puede ayudar a consolidar el aprendizaje en la memoria a largo plazo. Después de un cierto número de repeticiones, las neuronas en el cerebro establecen nuevas conexiones, lo que facilita la ejecución de la habilidad en el futuro. Cuando se repite un pasaje correctamente siete veces, se crea una especie de “momentum” o continuidad que puede ayudar a fortalecer la conexión neuronal que se está creando. Decidí adoptar este número precisamente por la magia que tiene en muchos ámbitos. //

Si durante la sesión de estudio te sientes frustrado o estresado porque no puedes tocar un pasaje de manera limpia, detente y descansa. Para algunos pasajes especialmente técnicos, el solo “método de la precisión absoluta” podría no ser suficiente: es posible que necesites solfear un ritmo complejo o comprender primero cómo abordar un pasaje técnico, como el paso del pulgar o un trino.

En la siguiente sesión de estudio, si has seguido atentamente estas simples reglas, notarás que tu cerebro ha asimilado sorprendentemente toda la sección a una velocidad reducida. Ahora podrás aumentar la velocidad y estudiar nuevas secciones. Recuerda dedicar el mismo tiempo al estudio de todas las secciones. De lo contrario, sabrás perfectamente el principio, pero no el final.

Si aún encuentras problemas, te recomiendo repetir todo el proceso nuevamente. Es importante ser consciente de tus errores y tratar de corregirlos de inmediato.

En resumen, el “método de la precisión absoluta” se basa en estas simples reglas:

• Ejecución lenta con las manos juntas (o separadas, si es necesario).
• Concentración durante el estudio.
• Atención a posibles errores.
• Repetición de las secciones hasta ejecutarlas correctamente al menos 7 veces consecutivas.
• Selección de secciones cortas de la pieza para cada sesión de estudio.
• Descansos frecuentes durante la práctica.
• Aplicación de técnicas complementarias, como variaciones rítmicas, solfeo o ejecución con las manos separadas, si es necesario.
• Repetir este proceso todos los días, avanzando en el estudio de nuevas secciones de la pieza y comenzando a aumentar la velocidad del material que ya has adquirido.

Los beneficios que obtendrás serán notables:

• Acelerarás tu tiempo de estudio.
• Mejorarás tu capacidad de lectura a primera vista.
• Afinarás tu memoria mecánica.
• Reducirás la confusión, la incertidumbre y la vacilación.
• Obtendrás una ejecución más limpia de las piezas.

¿Y tú, qué opinas? ¿Cuál es tu método de estudio? ¿Has probado alguna vez esta técnica? Me encantaría escuchar tus opiniones y experiencias. Hazme saber si te ha ayudado a tocar sin errores. ¡Buena práctica!